Un largo viaje que todavía perdura
con
trayectos de ida y vuelta, de paradas
necesarias
en
estaciones de gratos recuerdos,
del campo a la huerta.
Jóvenes
y felices días de construcción
vías brillantes con aires de fiesta
airosos
los cuerpos, airosas las manos para el trabajo.
Un tren de ilusiones
una
pausa rápida y a seguir el viaje
a
la sombra de las moreras
o
al sol del membrillo
Un
tren de verano también, junto al Mar Menor.
Un
día de verano como la fresca fruta, llegó
la
mayor, de lumbre su cara y veloces palabras
La
segunda en el veranillo de los
membrillos,
la
pequeña, ensortijado pelo y ojazos que hablan.
De
la huerta los mejores frutos,
de
los trenes de madera, las viandas del campo
y de los veranos y sus noches de puertas
abiertas, la calma,
que
los abuelos de un lado y del otro siempre esperaban.
tuvo
una parada repentina. Él, bajó con tristeza de un tren
muy rápido y con una sola señal, la primera,
un
día se fue para siempre muy temprano.
Ella,
se quedó en la estación,
quizás
debajo del reloj, que no se paró ni un segundo
Hoy
ya ha visto muchos trenes pasar,
pero
ni la lentitud de aquellos coches de madera
ni
el vapor de las maquinas de entonces le han hecho empañar,
los
largos días entre aromas de jazmines.
Los
cristales por donde mira con ojos de verde campestre
no
se han desgastado, todavía sigue asomada a su ventana
Un
largo viaje que perdura,
quizás,
con algunas lagrimas disimuladas.
En
su cabeza cana todavía quedan historias
de
ayer, de hoy
para mañana.
Hoy
mamá cumples 90 años, todos te queremos,
te respetamos y te cuidamos
en tu
largo viaje de una larga vida.
Estos días mi madre está pachucha, por eso no me asomo demasiado a vuestras ventanas, tengo poco tiempo. Hoy me apetecía compartir estas palabras deslavazadas que quisieron ser poema...
El tiempo va pasando, pero siempre los olores de las flores y del mar y de la vida que amamos nos acompañan y nos miran, y nunca nunca nos abandonan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga mía. Y no te preocupes ahora de visitar a tus amig@s de los blogs, lo primero es lo primero, que madre no hay más que una.
Quisieron ser poema y lo consiguieron, son un precioso poema a una larga y hermosa vida llena de paradas, de alegrías y de tristezas.
ResponderEliminarAhora tu tiempo es para quien más te necesita, que como dice Ximo, madre no hay más que una.
Un abrazo Cabopá y que se recupere prontito.
Toda estación tiene un reloj, es cierto, porque no se me ocurre una metáfora cotidiana más precisa del paso del tiempo...
ResponderEliminarTe comprendo bien, ocúpate de ella, que es lo más hermoso que puedes hacer. Un abrazo, mis deseos de que mejore.
ResponderEliminarEmotivas palabras, la mía tiene 87 y también va perdiendo ilusiones y ya no mira los relojes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son poema, Cabopá son. Un hermoso poema, donde los recuerdos no se empañan, se atesoran brillantes, con sus colores originales.
ResponderEliminarUn beso para ti y tu madre, desde el aire
Bellísimo este largo viaje de la vida. Buena medicina para tu madre este poema. Deseo que pronto se recupere. Muchos ánimos para tí. Un beso.
ResponderEliminarCon jazmines y perfumes,
ResponderEliminarCabopá sueña en su patio,
guarda todos los recuerdos,
muy cerquita está Rosario.
Ánimo y un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Amiga, he colocado tus jazmines en mi Librillo,
ResponderEliminaraunque son pequeños, su fragancia es tan exquisita, que me encantan.
Otro abrazo Grande.
¡Cuántos sentimientos, Cabopá! ¡Cuánto amor! ¡Cuánta vida!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosa palabras, Capobá, llenas de sentimientos y ternura.
ResponderEliminarÁnimo y a estar en lo que importa: tu madre.
Besitos, muchos para ambas
Cuídala, Carmen, cuídala mucho. Todo lo demás puede esperar.
ResponderEliminarY tus palabras no están deslavazadas, sino llenas de emoción, de mucha emoción que transmites.
Te abrazo muy fuerte y te mando toda mi energía positiva (también ando de trajines de salud con la familia).
El tema del viaje siempre es una buena metáfora de la vida que pasa con sus recuerdos en forma de estaciones, sus amarguras y también sus encuentros.
ResponderEliminarUn saludo.
Mímala, dile que la quieres, que la necesitas y que te cuente otra vez esas historias que junto con su amor te han inspirado este poema. Me acordé de la Penélope de Serrat, sentada en el andén con su vestido de domingo...
ResponderEliminarEspero que tu madre se recupere pronto, MariCarmen
Muchos besos,
Gracias por compartir tus cromosomas de luz. Besos.
ResponderEliminarDichosa tú, que la tienes a tu lado; dichosa ella, que tiene una hija que la quiere y cuida como demuestras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme a las dos.
PD. Gracias por sacar tiempo y venir a conocerme.
· Lo primero es... ya sabes. No te preocupes por el blog o las visitas. Con 90 años, todo el tiempo disponible debe ser para ella.
· BSyH
CR & LMA
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