Ayer el centro de la ciudad fue un auténtico taller de pintura, donde los pintores podían plasmar en sus telas, la luz de las fachadas, el sol reflejado en los árboles y las calles ocupadas por la fiesta. Coincidían en en el espacio urbano: los tunos, los sardineros, los carros con globos y golosinas, los de las olivicas de Cieza, la cerveza con estrellas y las marineras (rosquilla con ensaladilla y anchoa). Desde Alfonso X, Santo Domingo, Trapería, Cuatro Esquinas, Soportales y la Plaza del Cardenal Belluga; pintaban en un día de luz que mi amiga Rosa captó con el móvil.
Pero, qué rabia estar perdiéndomelo todo...
ResponderEliminarQué gozada de jornada, y qué fotos tan bonicas. La plaza de Belluga, el esquinazo de ahí a la Glorieta...el barrio en que yo nací. Pero ¡Ay Maricarmen! que veo de uvas a peras, viviendo en Orihuela, pero es que me da una pereza...
Recuerdo una vez que vi en una avenida de la ciudad gente pintando. En ese momento envié a casa un mensaje, a través del móvil, diciendo que llegaría tarde. Me pasé al menos una hora, yendo de pintura en pintura. Había más gente como yo, en esos instantes.
ResponderEliminarUn beso.
yo también vi lo del certamen de pintura al aire libre!!! me dio envidia, me encantaría pintar aunque fuesen churros pero no saco tiempo.
ResponderEliminarNo te pierdes ni una. Me ha dicho Isabelle que el martes toca Martínez Muñóz
un besico
Seguro que te pasaste una buena mañana, yo tambien estuve dando una vuelta por el centro y era apasionante ver a tanto pintor junto, y además de calidad
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