No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

lunes, 9 de noviembre de 2009

MISMO DÍA

La arena se mueve con el viento y el paisaje se vuelve desértico, al otro lado del mar. Durante el paseo nos encontramos con una zona protegida llamada "Las Amoladeras " donde se puede apreciar cómo era La Manga antes de los edificios. En la fotico, los montes de Cartagena con la Peña del Águila Justo detrás de las palmeras está la carretera por dónde en verano pasan miles de coches en "religiosa procesión" para tomar los baños, ir de marcha nocturna o hacer una visita a la familia.
Sí, hacéis click en estas foticos, podréis ver el polvillo blanco que se transporta de un lado a otro y cambia la arena de sitio.

Los cantos rodados que hicieron su traslado un día de Levante fuerte, se posan sobre la fina arena dándole otra sintonía de color.


Os presento, a una duna en peligro de extinción, quedan algunas otras. Toda La Manga era así antes de la depredación urbanística.
La vegetación de Las Amoladeras, está formada por albardín, carrizo, pino mediterráneo, palmito, tarais. Además de otras plantas y bichejos autóctonos.
Las palmeras y el matorral hacen pantalla desde la carretera a las dunas; ahora en otoño, como en invierno es una delicia ver estos parajes únicos de nuestro litoral. Al otro lado de la "gran vía manguera", así es conocida, existe un paraje parecido con unas salinas "Marchamalo" que están abandonadas y el Mar Menor, templado y salino que brilla plateado haciéndole guiños al sol.
Al acercarnos hacia el mar la arena hace dibujos por las caricias del viento, los borra, los cambia, los vuelve a hacer. La fina y suave arena parece un mineral precioso al recibir los destellos de la luz solar.
La playa de Las Amoladeras es la más cercana a la de Levante, la más conocida de Cabo Palos.
Las casas en primera linea de mar son de la burguesía cartagenera, de grandes sagas de apellidos muy conocidos y de muchos vástagos. Hace ya mucho tiempo que, esta playa es, de mucha más gente.
En el otro lado está el mar presidido por el Faro. Un Faro-Escuela en sus inicios, tiene más de cien años, alumbra y orienta con su parpadeo a todos los barcos que pasan cerca.
La playa de Las Amoladeras era roca pura, ahora rellena de arena sacada del mar. El mar de vez en cuando se la vuelve a llevar en los días de porte bravío.

5 comentarios:

  1. Pero que rincones mas bonitos que tenemos y nosotros esa parte no la conocemos.

    Fotos muy bonitas, gracias por enseñarnos este trocito de nuestra tierra

    Besos

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  2. Precioso reportaje, Cabopá.

    Nos llevas a esa Manga tan bonita, aunque tan esquilmada por la debacle urbanística.

    Me ha encantado tu reportaje, sí.

    Besos.

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  3. Interesante descripción embellecida con ribetes líricos, adornando el texto, con unas imágenes muy ilustrativas de ese entretenido y grato día en la playa.

    Gracias, Cabopá, por mostrarnos esos parajes recreados por el sol y el sonido de las olas.

    Un abrazo.

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  4. Una preciosidad de fotos y de reportaje. Me parecía sentir esa brisa que dibuja ondas en la arena.
    Hoy hace aquí en Orihuela un huracán que da miedo, Las palmeras se doblan de forma que atemoriza, todos por aquí sabemos lo peligrosas que son en días de viento fuerte.
    Tu macetita ha sobrevivido de milagro, protegida por un sillón de terraza que ha caído afortunadamente sin dañarla y que le ha servido de protección.
    Yo iba por la calle volando prácticamente.
    Eso contribuye más aún a que vea en el locus amoenus que nos presentas el paraíso que es, y que yo también conozco...aunque no tan bien como tú, porque mi "Ítaca" está más al sur de Cartagena, como tú ya sabes.
    El lirismo riela en tus líneas de hoy como los rayos de sol en la movible superficie marina.

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  5. Bonitas fotos y muy sugerentes. A mi me traen al recuerdo muchas cosas de una época muy feliz de mi vida. Tienes mucha suerte de vivir en ese lugar donde parece que vives por lo que cuentas y fotografías.

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