Bueno, bueno, que fotos tan bonitas.... Y cuantos caracoles!!!!!! Estoy en Valencia, y por aqui también ha llovido mucho. Pero eso es muy bueno.... Me han encantado las fotos. Besicos
¡Caracoles! Salen por todas partes como políticos corruptos en busca de su comisión o de su traje gratis. Jejeje. Un saludo. P.D.: Me gusta ver los caracoles, pero no comerlos. ¡Puaj!
Es lo malo de la lluvia. Vivo en el campo o, para ser exactos, en el monte y está todo plagadito de caracoles. ¡Qué invasión! Tus fotos como siempre: de antología.
TUS "FOTICOS", PRECIOSAS, LOS CARACOLES A MÍ NO ME GUSTAN, LO ME PASA LO MISMO QUE A CAYETANO. PERO OJALÁ SEAN EL PRESAGIO DEL BUEN TIEMPO. Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
¡Ay Maricarmen! Todos los santos días veo miríadas de caracoles, caracolillos y caracolazos tipo serrana, de camino al Instituto. Hay todavía terrenos sin edificar, con matas y restos de huerta y menudean los de los cuernecillos porque o llueve o la humedad de la escarcha mañanera les basta. Mil veces salvó la vida de los incautos que atraviesan la acera camino de los charcos en el asfalto. Muchos perecen aplastados por los viandantes. Los veo en tus fotografías y me da la impresión de que hemos estado en el mismo lugar. Un abrazo, perla de Cabo palos.
Bueno, bueno, que fotos tan bonitas....
ResponderEliminarY cuantos caracoles!!!!!!
Estoy en Valencia, y por aqui también ha llovido mucho.
Pero eso es muy bueno....
Me han encantado las fotos.
Besicos
Me han encantado las dos primeras fotos
ResponderEliminar¡Caracoles!
ResponderEliminarSalen por todas partes como políticos corruptos en busca de su comisión o de su traje gratis. Jejeje.
Un saludo.
P.D.: Me gusta ver los caracoles, pero no comerlos. ¡Puaj!
Caray, Mari Carmen, no había visto tantos caracoles juntos en mi vida.
ResponderEliminarMenos mal que estabas tú ahí preparada para inmortalizarlos.
¿los estas "engañando" para guisarlos? ¿o los has dejado que sigan su camino, sin prisas?
Es lo malo de la lluvia. Vivo en el campo o, para ser exactos, en el monte y está todo plagadito de caracoles. ¡Qué invasión!
ResponderEliminarTus fotos como siempre: de antología.
TUS "FOTICOS", PRECIOSAS, LOS CARACOLES A MÍ NO ME GUSTAN, LO ME PASA LO MISMO QUE A CAYETANO.
ResponderEliminarPERO OJALÁ SEAN EL PRESAGIO DEL BUEN TIEMPO.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Como me ha recordado cuando en ocasiones he visto a gente con bolsas de plastico y repelado las plantas de caracoles.
ResponderEliminarBesitos
¡Ay Maricarmen! Todos los santos días veo miríadas de caracoles, caracolillos y caracolazos tipo serrana, de camino al Instituto. Hay todavía terrenos sin edificar, con matas y restos de huerta y menudean los de los cuernecillos porque o llueve o la humedad de la escarcha mañanera les basta.
ResponderEliminarMil veces salvó la vida de los incautos que atraviesan la acera camino de los charcos en el asfalto. Muchos perecen aplastados por los viandantes.
Los veo en tus fotografías y me da la impresión de que hemos estado en el mismo lugar.
Un abrazo, perla de Cabo palos.
¿Después? Madre mía, si esto no tiene fin. Me estoy floreciendo de tanta agua y esta tierra mía ya ni la conozco.
ResponderEliminarYa no hay serranas. Un abrazo.
ResponderEliminarP.D. Espero impaciente la primavera de tu cámara.
Otro abrazo.