En las mañanas cálidas la bruma se levanta oteando los colores de la tierra
Las palmeras asoman sus plumas en busca del único sabor
En el sendero las huellas del viento salobre quieren tocar el horizonte
La tierra agradecida espera al labriego oyendo una canción
Despierta la casa busca el sol, la torre huele el ritmo del día anterior.
Las palmeras asoman sus plumas en busca del único sabor
En el sendero las huellas del viento salobre quieren tocar el horizonte
La tierra agradecida espera al labriego oyendo una canción
Despierta la casa busca el sol, la torre huele el ritmo del día anterior.
Estos es lo último que visitaba hoy y me he encontrado con esas palabras poéticas que riman con la belleza de las fotos.
ResponderEliminarEstas foticos son del Campo de Cartagena, están hechas por el mes de agosto a primeras horas del día. Es un lugar entre el Mar Menor y un pueblo llamado El Algar.
ResponderEliminarLa tierra roja es típica de esta zona, es muy fertil. En ella se cultiva: melones, algodón, sandías...etc.
Quería dejar impresos los cinco sentidos,pero,no sé si lo he conseguido o me he repetido. Mañana lo revisaré...
Hace una horas esas palmeras no estaban allí. Las acaban de colocar con la primera luz del alba.
ResponderEliminarCon los sentidos a flor de piel.
ResponderEliminarBonitas palabras, Cabopá.
Como apetece contemplar esos paisajes.
ResponderEliminarUn besito
Trasmites buenas vibraciones, tú tus fotos y tus letras.
ResponderEliminarGuapa!!!! eres un lujazo de persona.
Me encantaria conocerte
No sé por qué, este color tan expresivo, agreste y recio me recordó aquellos versos del poeta:
ResponderEliminar"Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré.)
(Miguel Hernández)
Tierras surgidas de la diosa madre tierra, fecundas, guardan en su simiente el vientre acogedor de los nutrientes otorgadores de vida. Sólo falta una semilla, el sol y agua y... voilá, espigas de trigo listas para ser cosechadas. Bueno, el proceso le he abreviado un poco, que las gentes conocedoras del mundo agrícola pueden echarme la bronca, jejej
ResponderEliminarUn besete
Precioso ese toque tierra entre el azul de tu blog. Me encanta. Un beso.
ResponderEliminarNo veas lo que me siguen impactando estos paisajes pues aunque me vine a Madrid desde Santander en el 87, no me olvido del verde y montañoso, de los prados llenos de vacas y de las pequeñas huertas familiares llenas de cunetas verdes.
ResponderEliminarToda esa tierra roja se llena de riqueza, de frutos deciliosos y me encanta ver como cambia el paisaje mientra se llena de vida por tanta fertilidad.
Bonito poema descriptivo, recreo a la fotografía.
Besos