Muy sugerente el motivo del tranvía, con todo lo que conlleva: viaje, despedida, huida, dolor por el adiós, nuevos paisajes y experiencias, nuevos encuentros y proyectos... nuevo adiós con el pañuelo. El círculo se cierra.
Qué imágenes más hermosas nos describes, Maricarmen. Los trenes y los tranvías desprenden el mismo sentir, la idea de fugacidad, de despedida y de reencuentro. De gentes que van y vienen. De vidas que se cruzan en un instante.
Me encantan los tranvias, un encanto especial tienen los antigüos, pero esos solo se ven el las exposiciones... A mí me gusta mucho viajar en tren y en coche, más que en avión pues se vé e imagina todos los paisajes y puedes inventar historias como las que tú nos has regalado hoy tan bonita... ¡Ay! EL AMOR... Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
¡Qué bonito, Maricarmen! Los trenes y el amor siempre se han llevado bien. Reencuentros, despedidas, historias que comienzan o terminan, gente que va y viene, fugas, citas clandestinas, esperanzas, llantos... Muchas películas han tenido al tren como protagonista, por ejemplo la memorable "Extraños en un tren", o la maravillosa "Breve encuentro", que tuvo una versión más moderna bastante buena, "Enamorarse". Las maletas son el símbolo de lo que cargamos, el trayecto es la propia vida. Un beso. ¡Disfruta del sol! Aquí hemos vuelto al otoño.
ay Maricarmen! pareces un reportero gráfico,como me gustan tus fotos.
ResponderEliminarbesitos
¡Hay que ver lo que da de sí un tranvía pasando!
ResponderEliminarMuy expresiva y descriptiva tu entrada. Y más me refiero a tu relato que a las fotografías.
Besos.
Muy sugerente el motivo del tranvía, con todo lo que conlleva: viaje, despedida, huida, dolor por el adiós, nuevos paisajes y experiencias, nuevos encuentros y proyectos... nuevo adiós con el pañuelo. El círculo se cierra.
ResponderEliminarQué imágenes más hermosas nos describes, Maricarmen. Los trenes y los tranvías desprenden el mismo sentir, la idea de fugacidad, de despedida y de reencuentro. De gentes que van y vienen. De vidas que se cruzan en un instante.
ResponderEliminarUn besito
Me encantan los tranvias, un encanto especial tienen los antigüos, pero esos solo se ven el las exposiciones...
ResponderEliminarA mí me gusta mucho viajar en tren y en coche, más que en avión pues se vé e imagina todos los paisajes y puedes inventar historias como las que tú nos has regalado hoy tan bonita...
¡Ay! EL AMOR...
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
¡Qué bonito, Maricarmen! Los trenes y el amor siempre se han llevado bien. Reencuentros, despedidas, historias que comienzan o terminan, gente que va y viene, fugas, citas clandestinas, esperanzas, llantos... Muchas películas han tenido al tren como protagonista, por ejemplo la memorable "Extraños en un tren", o la maravillosa "Breve encuentro", que tuvo una versión más moderna bastante buena, "Enamorarse". Las maletas son el símbolo de lo que cargamos, el trayecto es la propia vida.
ResponderEliminarUn beso. ¡Disfruta del sol! Aquí hemos vuelto al otoño.