Eolo juega con sus plumas
ellas se dejan querer.
Son joyas que la naturaleza se puede permitir
viven de cerca, sin dejar de crecer.
Son las damas de la playa
te llevan donde quieres ir.
Son el paisaje sereno
donde desaparece el gris.
Cuando llegas te saludan
si el céfiro se apodera de ti.
Son las palmeras y su son...
Hoy he sentido una tristeza enorme ha visto muchas,muchísimas palameras taladas junto al Mar Menor, por causa del "maldito picudo rojo"...Ya hice una entrada sobre esta plaga que afecta de forma muy seriamente al municipio de Los Alcázares...La palmeras importadas desde Egipto son las causantes,ellas lo propagan y se quedan sanas, sanitas; mientras las autoctónas mueren irremediablemte...No sé el número pero son demasiadas...
ResponderEliminarHe querido hoy repentizar y denunciar de nuevo este hecho.
Palmeras y mar, ¿quién se puede resistir? Pero me duele, como a ti, lo que denuncias. Por favor, con lo que me gustas las palmeras... Snif.
ResponderEliminarBesicos, Cabopá, y el café cuando quieras. Por ahí, en el comentario va mi email.
Me gusta tu foto y tu causa.
ResponderEliminarbesos
Que suerte tenemos de vivir en un lugar donde podemos contemplarlas a diario.
ResponderEliminarEs horrible que no hagan nada por salvarlas. Parece mentira que no pongan una pizca de interes.
Un beito
Bueno, las palmeras son una más de las cosas por las que no se pone interés.
ResponderEliminarLas palmeras siempre han marcado el carácter, el paisaje de nuestra gente.
Forman parte de nosotros de nuestro recuerdos, de nuestra vida, como el cielo, el mar....
Que poco respeto....
Es indignante.
Un besito."
El post anterior, he estado "urgando y me ha encantado......
Besitos, querida amiga.
"Yo te vi aquella tarde entre las palmeras y el viento...",
ResponderEliminarasí empieza un poema que escribí hace tiempo. Son hermosas las palmeras y parece que peinan el viento.
"Paisaje sereno", eso eres tú, Carmencica. Precioso texto y fotos made in Cabopá.
ResponderEliminarMaldito picudo, ya se ha cargado la palmera de mi vecino Pascual. Las mías tiritan y no de frío, están acojonadas. Parece que ataca preferentemente a las Fénix, ya veremos.
Cuando llego a La Manga lo primero que hago es mirar si las palmeras están en reposo o alborotadas. Ellas me indican si hace levante o no.
Besicos.
Lástima de paisaje si faltan las palmeras.
ResponderEliminarQue Eolo se lleve la plaga lejos, al desierto.
Un saludo.
Y ahí están, enseñoreándose de la playa y de muchos de nuestros lugares de paseo desde la época de Abd Al Rahman I. Van y vienen con el ondear del viento, impertérritas al paso del tiempo, dueñas y señoras del calor y del frío.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir con nosostros tus sentimientos.
Besicos
Una pena que haya que talar las palmeras autóctonas.
ResponderEliminarSiempre nos alegran la vista, mientras ese poético céfiro nos acaricia la cara.
Besos.
bonita foto como siempre, con unas islas al fondo que dan un paisaje fantastico y unico.
ResponderEliminaren cuanto a lo delas palmeras es una plaga que se ha extendido por toda la region, hoy paseando por la mota del rio segura hay muchas palmeras que estan precintadas y liadas con plasticos negros(ese es su futuro)que estan infectadas y que tendran que ser taladas y quemadas, un autentico desastre
con tu pista es facil encontrate.
ResponderEliminaryo frecuento, aparte de la Puerta la 6I, porque tengo alli a alguien especial
otro beso para ti