No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 10 de noviembre de 2010

DESDE MI VENTANILLA / 1



Los campos se tornan de múltiples colores; se funden con armonía en un gran manto que sólo la naturaleza sabe ordenar. Los olores se pueden paladear y los sabores huelen como el aroma conocido de ese paisaje que existe en la retina de aquellos que lo han vivido.
Mientras, la vieja estación triste y solitaria permanece en pie, erguida sobre sus cimientos añosos; su fachada denota añoranza de aquellas visitas diarias de los lugareños a ver los trenes pasar. Fue el lugar común, el punto de encuentro, la distracción de grandes y pequeños. Quizás la única en otra época.
Un día la estación fue desmantelada y quedó para siempre fuera de servicio. Se llevaron el material de oficina, los antiguos bancos de madera del andén principal, donde propios y ajenos se habían sentado para esperar a los que llegaban, para despedir a los que se iban o simplemente para ver el tren llegar. No se llevaron el reloj que marcaba las horas a los trenes con sus minutos y segundos. Tampoco quitaron la campana que siempre tocaba el jefe de estación con gran energía y cierto son especial, que hacía silenciar a las gentes de pueblo cuando al escuchar su sonido todos pensaban en el tren. Ahora ya no pasan.

continuará...

11 comentarios:

  1. El reloj y la campana, imprescindibles tanto como el tren. Las estaciones antiguas me atraen de una forma especial y me dejan un regusto de tristeza.

    Hoy he llegado tarde, entro de puntillas y te beso la frente (no quiero despertarte)

    ResponderEliminar
  2. Una de cal y otra de arena. Como si la vida fuese esa gran hormigonera donde se amasa la historia. Echamos una pala de cal (el olvido y su nostalgia) que funde y fortalece, y luego, ahora, vertemos la arena que da cuerpo y continuidad a la obra.

    ResponderEliminar
  3. El mundo y los paisajes se vuelven diferentes cuando se contemplan desde la ventanilla de un tren, pero debe ser un tren con ruido de fondo, con ese traqueteo de tren antiguo de la infancia. Entonces, al viajero, amodorrado por el sonsoniquete y el suave balanceo, le asaltan los recuerdos, las vivencias de cuando era un niño y se dirigía hacia el sur, con esa indescriptible felicidad que da el inicio de las vacaciones.
    ¡Qué magia la de los trenes!

    ResponderEliminar
  4. Umm me gustan estas historias donde el pasado se percibe, se palpa..

    donde lo que fue ya no es pero quedan restos..

    y ese mundo de los ferroviarios.. de las vias del tren... de los viajes como se hacian antes...

    algo mas lentos y menos estrasados que los de ahora.

    Me ha encantado..

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Una pena que así sea, Cabopá.

    ¿Por qué será que todo lo relacionado con el ferrocarril siempre nos produce añoranza y melancolía?

    Besos.

    ResponderEliminar
  6. ¡Esto promete! Me froto las manos. Relatico al canto y nada más y nada menos que en una estación de tren o ferrocarril, qué gozada (con lo que me gustan).

    Quedo a la espera, que ya me has enganchado.

    Besicos.

    ResponderEliminar
  7. Precioso primer capítulo, espero seguir disfrutando de los siguientes...
    ¡Me encantan los trenes!
    Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.

    ResponderEliminar
  8. El último párrafo me ha llegado al alma, porque un buen día los trenes que pasaban por Béjar dejaron de hacerlo y fue como si nos quitaran algo de nosotros mismos, como si hubiéramos quedado relegados a ciudadanos de segunda a los cuales se les dejaba en el olvido, solos e incomunicados.

    Besos

    ResponderEliminar
  9. No existen más que dos reglas para escribir:tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde


    NO COINCIDO CON OSCAR WILDE

    IMAGINEMOS A BELEN ESTEBAN DICIENDO (Y ESCRIBIENDO) "QUE POR MI HIJA ¡MAAAATO...!"

    ResponderEliminar
  10. Me encanta la foto, para mí tiene un atractivo aún más especial por la luz de la tarde , esa hora tan nostálgica y que tanto encaja con la vieja estación.
    Es la primera vez que entro a este blog y por ella me he quedado.Leer también ha sido un placer.

    ResponderEliminar
  11. Buenas noches, me gusta la primera parte.
    Hasta la segunda...
    Besos

    ResponderEliminar