Es como una tabla adosada a tu cuerpo. Dificultad de movimiento. Dolor. Malestar, incluido mal humor. Si te sientas, cuando te levantas necesitas una alcuza con aceites esenciales para engrasar tu osamenta paralizada, algo que te agradecerá tu esqueleto que de repente, sin previo aviso, ha olvidado la plasticidad que lo caracteriza. Esto, es en lo que nunca reparamos cuando estamos bien, cuando somos capaces de comernos el mundo sólo con ponernos de pie.
De la cama al sillón, del sillón a la cama, sin ser un anuncio de una gran superficie nórdica o sueca, no lo sé muy bien…Además de los breves paseos por el pasillo de tu casa.
Y la tabla se pega a todas las micro fibrillas que al reconocerse, se reúnen en el mapa descriptivo de tu cuerpo al que se han adherido. Dolor. Malestar. Incapacidad Laboral. Reposo. Calor local. Analgésicos. Relajante Muscular.
Reposo, mucho reposo, algunos días, para después volver a empezar…Y tú que no paras ni cuando el relajante hace sus efectos: sueño profundo, distensión muscular, sequedad de boca, cabeza hueca, espesa, sueños artificiales. Te despiertas con movimientos lentos. La tabla parece ser menos pesada, vaya, qué en vez de ser la del nueve, es la del dos, siempre me pareció, más fácil, más ligera. Ahora me sentaré de nuevo en el sillón, en compañía de una amiga, Manta Eléctrica que no se separa de mí desde el sábado, silenciosa y calentita hace su labor. Mientras, leo: El callejón de los milagros de Naguib Mahfuz; escribo: cosicas. Mientras, escucho la radio, la radio hablada, me hace compañía.
Y con la tabla arrimada a mí, sin saber ni cómo ni cuándo pudo llegar; las ideas que rondan mis pensamientos, se revuelven inquietas, ante las cosas sin hacer, los paseos sin dar, los horarios sin cumplir o las citas sin acudir.
Te llamaré de una vez por todas por tu nombre: Lumbalgia y por el apellido: Aguda. ¡Ya está bien! Deberías despedirte de mí hasta nunca más ver. Ya son muchos días de compañera. Que lo sepas, a los amigos, me gusta elegirlos yo.
Quedas al descubierto, así que espero que desaparezcas de mí región lumbar. Vete y busca un hueco en otro país corporal, donde las tablas adosadas estén de moda. Yo paso de tendencias.
En los últimos días nos acompaña, seremos especiales
Estoy un poquito mejor…
Estoy un poquito mejor…
Ay, mi niña, tú malica? No sabes cómo te comprendo, tengo yo una crónica desde hace dos años, con pinzamiento ciático incluido. Por eso hay días que ya no puedo con mi alma. Amiga, cómo te entiendo!!
ResponderEliminarTe mando muchos besitos curativos y besitos de amistad. Ponte buena pronto, te echo de menos.
Merche
PD: a pesar de todo, magnífico texto te ha salido.
Uy, quise decir "besicosss de amistad"
ResponderEliminarpobrecilla, cuidate mucho, ya sabes calorcito, pocos esfuerzos y nada de prisas, que a esos amigos hay que echarlos bien lejos.
ResponderEliminarbesos( ah y gracias, que ya crecio mi arbolico en mi jardin)
Pero bueno, qué envidiosica eres. Eres tan buena zagala que has querido pasar tú también mi calvario.
ResponderEliminarA ver si ha sido el dichoso vídeo del Lago de los Cisnes. Has querido dar un salto y "zas".
La única parte positiva es que gracias a la lumbalgia has escrito un hermoso texto. Algo es algo.
Besicos y ponte bien.
Cuídate, contempla el mar, descansa, disfruta lo que puedas. Un besito delicado.
ResponderEliminar¡Ay, Maricarmen!
ResponderEliminarSi yo te contara mis experiencias con la lumbalgia.
La única diferencia es que tu has descrito la situación de una forma que yo sería incapaz.
Que te mejores.
Besos.
Pobrecita, con lo que debe doler eso. Hay mucha gente así ahora, no sé qué pasa. Cuídate mucho y recibe mi cariño.
ResponderEliminarTu entrada hoy, aunque sin tus foticos ...Preciosa.
ResponderEliminarNo querrás a esa amiga pero, has reflexionado tan requetebien que "Lo has bordado"
Haz caso al médico y que otros trabajen por tí.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Cachis con esa nueva amiga... Si es que hasta el nombre lo tiene feo, y el apellido para qué decirte, hasta con pinchos.
ResponderEliminarMe alegro de que estés algo mejor. En cualquier caso, cuídate mucho, y que te cuiden.
Besicos balsámicos, a ver si se va la puñetera intrusa.
Que fotico le harías a la lumbalgia?? ¡Menuda lapa! esa foto sería la buena, una lapa fea y pegajosa...Despacha a la fea, nadie la quiere.
ResponderEliminarCuidate guapa, besos miles.
Ay, lo molesto que es. Tengo las lumbares al jerez muchas veces. Y lo mejor para prevenir la lumbalgia es no permanecer mucho rato sentada. Caminar, si no es muy aguda, es mucho mejor y el calorcito, por supuesto.
ResponderEliminarNo tomo antiinflamatorios ni relajantes musculares, me curo a base de vitaminas B, cuando es muy fuerte inyectadas. Va de cine.
Espero que ya estés mejor. Muy ingenioso y bien contado el relato, aunque enseguida supe que te pasaba, ¡mucha experiencia! tuve una vez una que me duró un mes.
Mímate.
Vaya Cabopá, mi padre el pobre también sufre de lumbalgia y me consta lo mal que se pasa. Enooooooooorme abrazo de ánimo y cuídateme mucho, vale? ;-)
ResponderEliminarUn abrazo suave. Cuídate.
ResponderEliminarMuchos besitos
He quedado en tomar café con Thorton; me está entrando la duda respecto a si la maldita lumbalgia se pega por "simpatía". Como caiga está claro.
ResponderEliminarAprovecha y haz como él, que estaba en la cama con el ordenador, libros, música... en fín que te voy a contar, llegué a temer que le cogiera gusto e hiciera como el escritor "encamado".
Cuídate y que te mejores. Un beso
Vaya faena, amiga Cabopá. Algunos conocemos esa dolencia. La manta viene bien, pero 15 o 20 minutos. Sin pasarse. También hacen su efecto los antiinflamatorios, pero hay que tener en cuenta el estómago y tomar un protector. Dicen que tampoco conviene la inmovilidad absoluta para evitar otras complicaciones y la pérdida de masa muscular. Andar despacito por la casa ayuda.
ResponderEliminarQue te mejores. Piensa que el problema va a pasar, aunque ahora estés dolorida.
Un saludo.
Animo Cabopá que esa compañía no invitada ni deseada y mala persona se ira pronto para no volver y cuando vea tus preciosas fotos comentadas se instalará en otra persona y así estaremos todos mas felices y contentos, un besito
ResponderEliminarAy, tú que eres una ardillica, todo el día de acá para allá...bueno, creo que ya estarás mejor ¿verdad?
ResponderEliminarLos amigos los elijes tú, pero dejando aparte la indeseable compañía de doña Lumbalgia Aguda de las Narices, que es una tostonera, ya ves cómo te quieren los amigos del blog.
Has escrito con mucha gracia el texto descriptivo de tu dolencia, pero en él aprecio cosas muy positivas: la buena lectura, el ordenador, las visitas de los amigos que se preocupan por ti...
Vaya, que al final te acordarás de la Doña con cierta nostalgia.
Un besico.
¡Ánimo!, eso siempre es lento y doloroso. Que te puedo decir... que te mejores y enviarte mucha fuerza y paciencia para que se pase pronto y, muchos besos
ResponderEliminarComo estaba fuera de casa hasta ahora no he visto las entradas amigas .
ResponderEliminarY resulta que te encuentro malita .
De esta lumbalgia dichosa no se puede decir nada bueno , sino que tenga paciencia , mucho calorcito y reposo de momento .
Tengo una que viene a visitame de vez en cuando y no hay manera de deshacerme de ella . Asi desde muchos años . Creo que ya estoy acostumbrada a ella.
Muchos besitos desde Málaga.
· Eso de tener amigos comunes... Bueno, amigos amigos... sólo ocasionales.
· Cuídate, y ponle mala cara, para que no vuelvan.
· besicos
CR & LMA
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