miércoles, 31 de agosto de 2011
HASTA LUEGO
martes, 30 de agosto de 2011
EN LA TERRAZA
lunes, 29 de agosto de 2011
HASTA SIEMPRE...
domingo, 28 de agosto de 2011
POSTAL / 21
Mirar por la ventana con la taza de café con leche humeante, asida entre mis manos frías y notar el calor que desprende la porcelana china, supone la sensación de despertar cada día. Untar de mantequilla al pan de ayer tostado, un ritual. Añadir una buena cucharada de mermelada de ciruela casera, es inferir la energía necesaria para ponerme en pie. Un sorbo del contenido de la taza o un bocado a la tostada paladeando tranquilamente el desayuno, es algo obligatorio, además de necesario en mi vida.
Soy el voyeur del amanecer de cada mañana. Veo las grúas plantadas en el solar que pronto será un edificio; a los barrenderos que fuman un pitillo, cuando salen del bar, para después iniciar el trabajo sobre las aceras llenas de hojas hijas del otoño. Miro otras ventanas que se van encendiendo, como pantallas luminosas hacia el exterior oscuro del naciente e imprevisible nuevo día. Suben las persianas despacio, en otras terrazas y balcones, las rendijas dejan pasar la luz de la lámpara, se puede intuir, que nuevas vidas cotidianas se ponen en pie, con diversos y variados asuntos, imposibles de adivinar sólo con la mirada. A veces intento imaginar.
Me ducho, me visto y salgo a la calle. Todos cada día, hacemos algo parecido, igual, diferente, semejante. Sinónimos de existencias que quizá no se encontraran en el camino jamás.
sábado, 27 de agosto de 2011
MI MAR DE AGOSTO
tu sonrisa ancha, como el mar
tus vivarachos ojos, como el mar
Y tus dorados mechones rubios, como el sol.
La blanca piel transparencia azul, como el mar
tu mano larga acaricia, como el mar
tus pies dejan huellas en la arena, como el mar
Y tus senderos verdes y amarillos, pasarelas de madera, como el luna.
La conversación clara, firme, rumorosa como las olas, en el mar
tu disposición gratuita siempre
con la mirada dirigida al faro que te guía
Y desde tu tierra firme siempre, frente al mar.
Tú Mar
El mar
Mí Mar.
viernes, 26 de agosto de 2011
AL PASO y 5
miércoles, 24 de agosto de 2011
CHUMBOS
lunes, 22 de agosto de 2011
AL PASO/ 4
domingo, 21 de agosto de 2011
EL REGALO
Todo ocurrió el treinta y uno de diciembre. Esa mañana le entregaron aquella notificación. Volvía de la compra, el paraguas chorreando. Se disponía a sacar las llaves cuando un chico de reparto llamó al 2ºB. Lo miró con cara de interrogación al ver que llamaba a su casa.
-¿Por quién pregunta?
-Por: Doña Ofelia Cáceres Martín.
-Soy yo.
Cogió el sobre que portaba el mensajero. Firmó el recibí y subió. Dejó el paraguas y las bolsas en la cocina. Miró el reloj y vio que eran las diez de la mañana. Observó la dirección del remitente y se dispuso a leer:
La Florecilla. S.L.
Jardinería. Parques y Jardines.
C/ Flor de Lis, S/N
Sra. Cáceres Martín: Se le convoca a una entrevista de trabajo, que tendrá lugar el día 31 del año en curso. Deberá presentarse en la 4ªplanta del domicilio citado a las 12.30 horas. Preguntar por: Srta. Rosa.
Nota: De no asistir a dicha entrevista se entenderá que declina la oferta de empleo. Nos veremos obligados a eliminar sus datos personales y curriculares de nuestra base de datos.
Ofelia se miró el reloj, suspiró profundamente e hizo memoria de cuándo había pedido trabajo en aquella empresa. No tenía ni idea de su existencia. Sin dilación se cambió de ropa, se acicaló un poco y cambió de abrigo, bolso y paraguas. Bajó a la calle y paró un taxi. No estaba lejos. Todavía llovía, y tenía el tiempo muy ajustado.
Una vez ante el edificio que albergaba las oficinas tocó el timbre. Una voz amable le abrió el portón.
Ya en la cuarta planta preguntó por la persona indicada, que le hizo pasar a una salita pequeña, confortable. Ofelia sacó su cuaderno y anotó con fruición: “esperanza”.
Oye de pronto que la llaman:
-Ofelia, pase por favor: la esperan.
En el despacho hay un joven más o menos de su edad. Se levanta; le extiende la mano:
-José Luis Martín. Jefe de Personal. Siéntese por favor.
-Buenos días. Gracias.
Después de las formalidades propias, carpeta en mano, fijó su mirada fija en la entrevistada. No le quita la vista, la sigue en todas sus expresiones y explicaciones con mucha atención. Ella está tranquila, se siente en su salsa, todo transcurre con gran normalidad. Son tantas las entrevistas que lleva en su haber que no le coge nada por sorpresa. Sabe que saldrá de allí, o de cualquier otra planta u otra empresa, y como siempre le dirán: “Nos pondremos en contacto, la llamaremos”. Le son demasiado conocidas las preguntas y las repuestas.
En ese momento el jefe de personal se disculpa y sale del despacho, dejándola sola. Repasa cada uno de los elementos de la mesa: carpetas, dosier, lápices, etc. Ofelia, además de ordenada, es sumamente observadora con los detalles. Repara en un portarretratos que hay en un lugar principal, entre tantos papeles. Se incorpora y lo mira con atención. Tiene el impulso de cogerlo para ver mejor la foto, pero no se atreve; puede entrar y la escena no sería muy adecuada, ni conveniente.
Regresa el Sr. Martín y trae un folio en la mano. Se sienta frente a ella que lo mira, ahora, con mayor atención, fijándose en sus rasgos, algo que antes no había hecho. Su cara le presenta algo cercano, pero que no puede identificar.
-Firme aquí y anote un teléfono para ponernos en contacto…
Ofelia hace lo que le pide y piensa: “Ya estamos como siempre”. Cuando se dispone a levantarse siente el mismo impulso, el que ha sentido al ver la foto; pero no quiere ser indiscreta. No pregunta ni dice nada.
Vuelve andando a su casa. Ya no llueve, ha salido el sol y prefiere pasear. No la espera nadie. Es Noche Vieja y tiene pensado irse a la cama con un buen libro y, de fondo, la compañía de música, la primera que aparezca en el dial.
A media tarde, suena su teléfono móvil. El número no es conocido. Al descolgar reconoce la voz del jefe de personal:
-Ofelia, me gustaría que nos viéramos en unas horas para hablar del trabajo. Hemos decidido dárselo a usted… Reúne el perfil que buscamos. ¿Le viene bien a las 19 horas en una cafetería cerca de su domicilio?
Se queda fría como una losa; muy sorprendida, pero no puede ni debe eludir el encuentro. Está sin trabajo prácticamente todo el año. No se lo piensa y le dice:
-Claro que sí. Muchas gracias por la elección. Cerca a mi domicilio hay un café. Se llama “El regalo”. Está decorado con libros apilados en las paredes, como si fuera la biblioteca de una casa; es tranquilo y se puede hablar.
-De acuerdo. Allí nos vemos.
Da mil vueltas por la casa y millones de ideas le afloran en la cabeza: trabajo, entrevista, cita… y la foto. No se lo puede creer.
A las 19h en punto se encuentra con José Luis Martín en el lugar acordado. Ahora, con menos formalidad, piden un café. El jefe de personal le explica cuándo y a qué hora empieza su nuevo trabajo.
-Ofelia, usted tiene 32 años, una carrera superior adecuada para el puesto que le ofrecemos un contrato por seis meses. Me alegrará mucho que lo acepte.
Sonríe de forma tímida sin dejar expresar la gran alegría que siente. No dice nada, sólo escucha con mucha atención y un tanto escéptica ante la sucesión de los hechos.
-¿Habrá visto sobre mi mesa un marco con una foto?
-Sí contesta, haciéndose la despistada.
-¿No le ha llamado la atención?
-La verdad es que me ha resultado un rostro conocido, familiar.
Entonces el jefe de personal empieza a tutearla y le habla de esta manera:
-Ofelia tengo 34 años. Me prometí un día buscar a mi madre a través de esa foto. Todo lo que he hecho siempre me ha dado un revés en estos términos. Buscar a una mujer guapa, morena de pelo largo, después de tantos años, ha sido una tarea ardua y difícil. Fui adoptado por una familia magnifica que se desvivieron por mí. Estudié una Ingeniería Superior. Cuando murieron los que fueron mis padres monté la empresa, que ya conoces. Hoy, cuando has venido a la entrevista, no he tenido duda. Eras mi madre… Bueno, no…Eras igual a la foto de mi madre. Cuando te has ido he reflexionado sobre tus datos personales. Yo jamás me fui de aquí, hemos vivido en la misma ciudad sin conocernos. Y no me lo podía creer: hoy el azar te ha traído, frente a mí… Perdona, no te asustes, estoy demasiado emocionado.
-Mi madre se llamaba Clara Martín. Murió el año pasado… ¿Entonces, tu apellido?
-Sí, mis padres adoptivos respetaron mi apellido materno. A efectos legales soy José Luis Martín Serrano-Cuenca. Por eso mi prisa por verte hoy mismo. ¿Lo entiendes?
Ofelia se siente un poco aturdida. No puede entender que le estén pasando estas cosas. Su madre jamás le habló de este detalle. Sólo, unos pocos días antes de morir, le había comentado algo: tienes familia que no conoces, muy cercana, algún día os encontraréis. Pero, nunca dio crédito a sus palabras; sufría demencia senil. Ahora, todo coincidía.
Siguieron hablando durante mucho rato. El local cerraba pronto, era Noche Vieja. Al salir se despidieron con un abrazo.
-Nos veremos el día dos en el trabajo.
Cada uno se iba a su casa. Pero antes de dar la vuelta a la calle del café “El Regalo” Ofelia se volvió, lo llamó por su nombre y le dijo:
-Hoy he encontrado trabajo y a un hermano. Éste es el mejor regalo de un año que termina. ¿Dónde pasarás la noche?
-En casa, solo, con una botella de champán. Y tú, ¿tienes familia?
-No. Tengo un acuario lleno de peces de color verde esperanza. Me hacen compañía en silencio.
-Pues… Tomaremos el champán junto a ellos. Seremos: dos y los peces.
sábado, 20 de agosto de 2011
TRISTEZA
jueves, 18 de agosto de 2011
POSTAL / 20
MIENTRAS
miércoles, 17 de agosto de 2011
SENTADA
martes, 16 de agosto de 2011
AL PASO/ 3
domingo, 14 de agosto de 2011
CANTINELA
Ha llegado el tapicero, mujer
A tu puerta ha llegado el tapicero.
Se tapizan, sillones, sofás, sillas…
Fácil, cómodo, rápido, barato
A tu puerta ha llegado el tapicero, el tapicero, mujer
Se tapizan, sillones, sofás, sillas…
Ajos, ajos sanjuaneros, los mejores ajos de las Pedroñeras. Señora.
Saco de ajos de un kilo a seis euros…
Ajos, ajos, los mejores ajos los de las Pedroñeras, directos a su casa.
Ajos, ajos sanjuaneros, los mejores ajos de las Pedroñeras. Señora.
Saco de ajos de un kilo a seis euros…
Ti-ro-ri-ri… Ti-ro-ri-ri…Ti-ro-ri-ri…
El afilador, el afilador, el afilador… Señora.
Se afilan cuchillos, tijeras…
Cuchillos de cortar, cuchillos de cocina, cuchillos de mesa.
El afilador, el afilador, el afilador…Señora.
Se afilan tijeras, cuchillos…
El afilador, el afilador, el afilador…Señora.
Tijeras de cortar, tijeras de cocina, tijeras de bordar.
Ti-ro-ri-ri… Ti-ro-ri-ri..Ti-ro-ri-ri…
Se venden melones, sandías…
Un melón un euro. Dos melones y una sandía dos euros.
Se venden melones de año, melones de agua…
¡Sal mujer! Traigo los mejores melones de Torre Pacheco.
Se venden melones, sandías…
Melones dulces como la miel
Sandías colorás frescas como el agua…
¡Sal mujer! Traigo los mejores melones de Torre Pacheco.