No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

martes, 12 de mayo de 2009

ELLA


Cuando se ve acorralada sufre un ataque y arremete contra quien se atreve a cruzar el suelo recién fregado. Desde su garito observa a quienes entran y salen, controla cada movimiento. Pasa y repasa la escoba aunque el piso esté como los chorros del oro; barriendo para si el beneficio; su casa mientras sin barrer. Disculpa sus fallos acumulando favores, sí las cosas le van bien no se pronuncia.
Habla tímidamente, con fingida humildad y muy flojito. Usa argucias para enterarse de lo que sucede. No tiene opinión pero cuenta comidillas calificando los hechos sin ninguna reserva y con exagerada contundencia. Es desconsiderada sin dar lugar a la duda y sus verdades son como " templos".
En la entrada hay un espejo de estilo art-nouveau; sí, se mira lo hace de reojo para que no se le escape quién pasa, sin ningún disimulo.
No usa cofia, ni delantal, tampoco se arrodilla para fregar. Aún sigue habiendo porteras y no siempre están en los portales de los edificios.

3 comentarios:

  1. Estupendo retrato de un tipo femenino. Muy bueno, de verdad.
    Nos vemos en el Gaya el jueves si el tiempo nos lo permite. A mí me lo tiene que permitir, que si no mi madre me deshereda, y más que he escrito yo el texto del catálogo.

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  2. ¡Qué pedazo de cotilla esa portera, aunque no lo sea!
    hay gente que si no despelleja a otros, parece que no sabe vivir.
    La foto, genial, una preciosidad. Es que los espejos dan mucho juego.

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  3. A mandar, ya leí el micro relato de la morera y la vi con sus hojas de un verde tan intenso, y me pasee un rato por tu rincón y leí este relato.

    Ay, tenía una vecina que era clavadita a esta portera y yo le seguía la corriente un poco en guasa y si me preguntaba: ¿ayer llamó a tu puerta un hombre y era muy tarde, le decía que me lo describiera y luego le contestaba: Ah, sí, hija, que pesado es un antiguo amante que no se resigna a que ya no lo quiera.

    Tenías que ver los ojos como platos. Al final dejo de expiarme porque empezó a pensar que yo estaba como una cabra.

    Besitos, y sigue haciendo fotos, que se te da muy bien.

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