...... y en la madrugada empezó a llover.
1
Hay palabras mudas
que tan sólo oigo yo.
Qué por no decirlas
un día habrá que borrar.
Hay palabras desnudas
que arropar y vestir.
Que por no existir
en los diccionarios personales.
Sordas en el laberinto quedan.
2
Hoja en blanco de lo hablado,
Olvido siniestro de lo vivido.
Recuerdo pasajero durante la lluvia,
ideas sujetas a los botones;
con ropajes anteriores al verano.
La desnudez de las palabras
convierte en presa la opinión
de esta cárcel que el cuerpo,
trae de otra vida.
Encontrada por ahí en un cuaderno de lluvia, siempre "atando cabos"
ResponderEliminarAtando cabos en Cabopalos, porque lo de Cabo de Palos es una cursilada, jajaja. Muy bonito el poema.
ResponderEliminarHola Álvaro:
ResponderEliminarGracias por tu amable visita.
¿Tienes tres blogs, no? Este me gusta mucho. Los otros aún no los conozco, de momento te sigo en éste. Espero que también me continúes visitando.
Un saludo.
PERDONA, PERDONA. Creo que te he confundido... con un chico que me hizo un comentario.
ResponderEliminarPues, te sigo de todos modos.
Muy bueno, realmente muy bueno. Hay expresiones que solamente cobran vida en nosotros. Esas palabras que buscan quien las diga, dotándolas de calor, arropándolas al unirlas con otras...
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema. ya sabes que las palabras son mi gran devoción.
Muy bonito el poema, lleno de sentimiento.
ResponderEliminarPero esa confusión de la chica llamada Yuria es una joya, literatura en bruto.
Arropas las palabras con maestría.
ResponderEliminarMe gustó el poema.
Un beso.