Los sonidos frecuentes no son escuchados. No hay respuestas a tantas y tantas conjeturas que se presentan en las aceras deshabitadas, al caminar acompañada, por su amiga soledad… Y los huecos vacíos de los escaparates presentan zapatos para seguir andando. En los libros abiertos hay cantidades ingentes de diálogos de la vida cotidiana que llevan los que quieren creer que sólo basta con vivir y dejar vivirLa rutina es vacua. Los amables tiempos de descanso han desaparecido de este solar desierto que cada día se hace más grande. La soledad encontrada ha salido en busca de la soledad temida. En los pisos, se ven a lo lejos las luces tenues. Las cortinas gruesas no dejan pasar el aire fresco de las palabras añoradas.
...y las fotos parecen iguales, pero son distintas
Del rumor de la vida cotidiana, sólo oímos las notas más graves o las más agudas. Pocas veces paladeamos el frufru de las hojas con la brisa.
ResponderEliminarBesitos besitos
(¡waw! encontré una diferencia)
A veces saco a pasear mi soledad buscada para llenarla de imágenes nuevas aunque parezcan las de siempre.
ResponderEliminarNo me gustan las cortinas gruesas que no dejan entra la luz y me aislan del paisaje.
A la rutina se la combate con la imaginación.
Un beso grandote, Maricarmen, sigo un rato por tus azules y tus añoranzas de verano.
Y seguimos paseando.....
ResponderEliminarUn gran abrazo***
(No puedo encontrar diferiencias significativas en las fotografías, excepto que hayas paseado por este lugar a la misma hora dos días distintos)
Las fotos puede que sean las mismas, pero la percepción del mismo paisaje depende del estado anímico y ello nos hace ver las cosas de diferente manera, aunque parezca lo mismo.
ResponderEliminarUn saludo.
No me gusta la rutina, auqnue algunos se refugien en ella para no pensar, para dejar fluir la vida, para escudarse ante los miedos. Siempre me gusta variar, hacer algo diferente para sentirme bien conmigo misma.
ResponderEliminarBesos
Sobre todo, me han estremecido tus letras. Soledad encontrada..., soledad temida, zapatos que nos aguardan en los escaparates para seguir caminando, sonidos que por cotidianos no escuchamos... A veces, desaparece el sosiego; pero, a veces, estalla la alegría. Es es juego de los contrarios, la vida misma.
ResponderEliminarBesicos y hasta mañana.
"caminar acompañada de la soledad"...me gusta
ResponderEliminarpd: creo que mi pobre Whsingtonia(carmolitiana) no tiene la culpa del picudo, aunque yo habia oido que vino en una partida de palmeras traidas del desierto sirio o egipcio, y no venian en este tipo de arboles sino en palmeras parecidas a las de aqui que no respetaron la oportuna cuarentena.
un beso
A veces no miramos lo que tenemos delante por conocido y al levantar la mirada vemos un maravillosa paisaje...
ResponderEliminarLas fotos, creo que son de los mismos árboles pero están hechas a diferente hora del día.
¿He acertado?
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Dintintas como son las miradas de cada uno de nosotros.
ResponderEliminarBesos