Sentada en su sillón se sumerge en una mar de letras. Flota sobre las palabras que se mueven rápidas, sobre las hojas en blanco, como la espuma de olas de una marejada con viento de levante. Con la vista cansada como su cuerpo, iza la mirada arrebolada, cual bandera de colores irisados por los rayos del sol que invaden su penumbra. Al llegar Manuel, deja los folios sobre la mesa de camilla y lo mira con ojos sensitivos y satisfechos:
-Lola ha llegado el momento. Hoy es el día…
Sonríe silenciosa, gesticulando un ademán de interrogación y atusándose el pelo le dice: -
-Adelante. Estoy preparada.
Manuel, la besa en la mejilla blanca como la luna. La toma en volandas y la sube con mucha delicadeza a la silla de ruedas.
Flotar, exacto.
ResponderEliminarafán se superación, esos folios habrá que llenarlos al menos de esperanza.
ResponderEliminarun besito.
Tener una sólo posición paqra ver la vida debe ser muy deprimente. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarSiempre adelante, superando lo que sea. Un beso. Mar Horno.
ResponderEliminarLo que no sabemos es en qué consiste "ese día". A lo mejor es lo que estoy pensando: algo terrible y a la vez liberador...
ResponderEliminarUn saludo.
Hay textos que nos hablan más por lo que callan que lo que dicen; y ese respetuoso sugerir apenas, aunque no tenga nada de lo que su autora dijo, a sí mismo se basta por su amplitud de miras.
ResponderEliminarMe dejas dándole vueltas a ese día...al que espero que sigan muchos más...
ResponderEliminarAbrazos surtidos
...hoy es el día...la verdad que nunca sé cuando es el mío..para lo bueno y lo malo, siempre llega algún día..y luwgo otro..y otro..un beso murciano.
ResponderEliminarCabopá, estremecedor relato de superación sin duda, que deja mucho a la imaginación y que muestra esas ganas de ir adelante - como el título-, seguro que lo conseguirá.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Bessets.
Me ha gustado ese sumergirse con sillón en un mar de letras. Hermoso Cabopá.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Te he recordado en mis días de asueto en Barcelona, porque, al fin y al cabo, el mar en el que me sumergía era el mismo que tú ves desde tu ventana bloggera.
ResponderEliminarBesos
Esta plagado de sugerencias y son posibles todas las posibilidades. Me gustaría saber algo más. Se trata del viaje hacia el infinito o del que realizamos hacia la esperanza...bueno, no sirve de nada hacer congeturas. El final nos toca pensarlo a nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo, Franziska
Muy buen micro, Cabopá, con ese final inesperado y brutal (a los micros les sientan muy bien estos tipos de finales).
ResponderEliminarBonito, sensible, empático....
Besicos.
Un texto suave y delicado, como algunas veces es la vida.
ResponderEliminarGracias por tu visita a mi puerto, un placer reencontrarte.
Un abrazo!
¿Y a dónde la lleva? Me he quedado intrigadísima.
ResponderEliminarSe abre todo un abanico de posibilidades.
En otro orden de cosas, tienes que leer mi repuesta a tu comentario en mi blog. Te doy un aviso que para mí es muy importante, interesada que es una jajaja
Un besico
La suerte que tiene el lector es que reescribe, imagina y crea a partir de lo que nos ofrece la escritora. Siempre dejas tus escritos abiertos y nos acercas a diferentes situaciones, para unos alegres, para otros... ¡Qué maravilloso debe ser abrir posibilidades a tus amigos! Y que divertido esta comunicación que tenemos a partir del Blog de Bea. Cuando vaya a Cabo te dejaré un mensaje por si te puedes acercar. ¡Cómo añoro la playa, el olor del mar, ... y cómo me consuelan tus fotos! Lola
ResponderEliminarExcelente relato de una luchadora por la vida. Terrible lucha que no retrocede ante nada.
ResponderEliminarEntre soledad, sensualidad y sorpresa anda el juego.
Un cariñoso saludo.
Un relato que llega, sin dudas, me gustó el desenlace, bien logrado...
ResponderEliminarBesos.
HD
Hay nos quedamos con el final abierto a un montón de posibilidades.
ResponderEliminarUn microrelato muy sugerente y delicado.
Un beso,