Deposito de horas, minutos y segundos,
sumas de días con semanas
que se adicionan en meses.
Por donde pasean mañanas con tardes,
restando a las noches las madrugadas
al deambular de los años,
que se suceden en décadas.
Tiempo que siempre llega a su estación:
invierno de largo y apresurado vivir,
primavera florida de parda cansera,
verano, ansiado de largos paseo en el mar
y de tristes hojas ya vividas, el otoño.
Tiempo meteorológico en secano siempre,
el que pocas veces trae la lluvia que alegre la tierra,
al que llega la nieve posándola sobre las cabezas.
Que trae colores grises por la niebla,
que con las tormentas se vuelve oscuro.
Tiempo que marca el reloj, el que pasa volando,
con prisas para el trabajo, castigo diario;
¡Qué se escapa el tren!
El que se cumple, el que no perdona;
el que perdemos , el que no tenemos.
Tiempo por último:
cuando ya no cuentas
Hoy buscando en mis archivos he encontrado este poema de una serie que llamé "atando cabos" pinchando en la etiqueta podréis ver alguno más si os apetece. Espero que os guste.
ResponderEliminarUna maravilla este poema sobre el inevitable paso del tiempo...cuando el reloj nos da la hora, no nos la da, nos la está quitando. Pero desde luego el tiempo que perdemos en cosas vanas, es el peor.
ResponderEliminarMañana te sigo leyendo, ya con más tiempo.
BESICOS.
Es precioso, Carmen. Me encanta cómo expresas el marcaje del tiempo, ese señor que nos lleva bien metidas en cintura; la agonía por ver cómo se escapan los segundos; el agobio de lo cotidiano.
ResponderEliminarLo dicho: precioso.
Besicos.
Has expresado muy bien el paso del tiempo con ese
ResponderEliminar¡qué se escapa el tren! Esa es la sensación que tengo muchas veces, que el tren ha salido y yo me he quedado es la estación con cara de boba. Precioso poema que transmite a la perfección el tiempo que se nos escapa. Aprovechemos la vida y perdamos el tiempo en lo que merece la pena. Un beso.
Cabopá, una verdadera joya que guardabas en tu cofre de buena literatura. Me ha gustado este poema dedicado a ese elemento - el tiempo - que vive encadenandonos y soltándonos a su antojo.
ResponderEliminarBessets.
Paradigmático el tiempo: generoso nos da la vida, y ladrón nos la quita, nos sonríe con sus horas, y con su agonía nos apena.
ResponderEliminarMe gusta mucho, Cabopá, y comentario de Juan tambien.
ResponderEliminarAbrazos cantábricos.
El tiempo no perdona...
ResponderEliminarMuy buen poema!
Te sigo
El tiempo vivido se instala en los recuerdos, el tiempo perdido se come la vida a dentelladas.
ResponderEliminarMe gusta tu paseo por las estaciones.
Un beso
Buen repaso poético al devenir del tiempo, con sus horas y sus otoños y sus estaciones de trenes que van pero que no vuelven.
ResponderEliminarUn saludo.
A cada temporada le corresponde su estación. debemos aprender a avnzar al mismo ritmo que nuestra tierra o corremos el riesgo de enloquecer.
ResponderEliminarUN abrazo.
Una tarde lluviosa, gris y fría. Ideal para leer, para pensar en el tiempo, en su dictadura, en su incomprensión; hoy me apetecía salir a pasear, pisar las hojas del parque... ayyy, me impone ponerme la botas y meterme en una cafetería, soportar gritos, porque no hablamos. He comprobado que los españoles no sabemos hablar en su inmensa generalidad, gritamos y cuanto màs grita el de la mesa cercana, más gritamos nosotros. En fin, se me ha ido la pinza, como dice mi hija. Menuda parrafada sin venir a cuento. Me voy que estoy robando tiempo.
ResponderEliminarMuchos besos, con cariño
Arantza G.
Tempus fugit...Un buen poema, y una gran sorpresa. No sabía nada de tu vena lírica, ahora la descubro, nunca es tarde...
ResponderEliminarUn besico
¡Precioso, tocaya! Hay gentes que s epasan el día sentados en un banco... viendo pasar la vida, que no es poco.
ResponderEliminarBesos
Y luego dicen que lo de el tiempo es un invento...ay!
ResponderEliminarBesitos antes de que anochezca.
El tiempo, que curioso fenómeno recordamos su paso y añoramos su presencia inasible.
ResponderEliminarMe gustaron tus versos
Ay el tiempo Cabopá!!!
ResponderEliminarQue se pasa en un suspiro
cuando felices creemos ser
y no pasa nunca
cuándo las penas nos comen.
Que de niños
nos dura eternamente
de jóvenes no se nos acaba
y de mayores
no vemos la manera de retenerlo.
precioso poema, me ha encantado.
Mil besos desde el aire
Precioso tu poema relacionado con el tiempo.
ResponderEliminarBesos.
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