No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

sábado, 4 de abril de 2009

TRAVIESAS

La tarde desnudó los pensamientos, abandonados en los paseos sin pasos.
Cubrió la noche las ideas con sueños de tiempo gris. El vapor se tragó las lágrimas.

4 comentarios:

  1. Ay, el vapor, cómo nos ayuda a esconder tantas cosas

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  2. Siempre el tren es melancólico, y más aún el rastro gastado de un tren, como en estas viejas traviesas. Pura metáfora.

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  3. además, ya entendí por qué te gustan tanto los trenes (aparte de por la odisea, claro, como a todos) por tener un padre ferroviario, qué bonito. Me encanta!!! a ver si escribes un microrrelato sobre trenes.
    Cuando vivíamos en Madrid, o en Valladolid íbamos en tren, a mí me encantaba. Ahora cuando voy a ver a un amigo en Barcelona siempre lo hago en tren (él viaja a Murcia siempre en avión), son siete horas pero se me pasan volando, escribiendo, leyendo,contemplando el paisaje o sólo a las personas!!!
    Un besico

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  4. ¡Qué melancólicas palabras! Y las imágenes también sugieren nostalgia o algo así, doliente.

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