No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

sábado, 9 de mayo de 2009

ÁRBOL

La morera
Y sigue la vida....
De raíces fuertes y extensas que se dirigen con mucho amor hacia sus frutos. De tronco suave, un poco ajado por las licencias de la vida. Este árbol, viene dando sombra y cobijo durante los cincuenta años que ya tiene. De ramas llenas de nudos, de brotes que nacen por las alegrías; otros caen al suelo por las tristezas. Ha florecido en todas las primaveras; de hoja perenne muy grandes dispuestas hacia el Este. Es cambiante su verdor, pero siempre fijas a sus ramas. En su época más fértil tuvo los mejores frutos, que nacieron, crecieron y siguen prendidos al tronco. Ya están maduros. Un día cada uno echará nuevas raíces y, juntos formaran parte del huerto, en la huerta nuestra. Es, éste árbol, como todos los que llenan los jardines, ocupan los bosques, o recorren las alamedas. Se mantiene de píe a pesar del fuerte viento de Levante.

3 comentarios:

  1. Me gustan mucho lñas moreras, sus hojas tienen un verdor que enamora, como una esperanza de primavera.
    De niña tenía mis gusanos de seda, que se alimentaban con sus hojas.
    También me gustan mucho las moras. Así es que tu entrada me ha tranportado a aquellos tiempos de dulce inocencia en los que toda alegría estaba contenida en una caja de cartón alfombrada de hojas de morera.

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  2. Me ha encantado tu referencia a las moreras, cabopá. Durante varios años, de los 9 a los 15, estuve interna en Orihuela y allí había una hilera de moreras preciosa, con cuyas hojas alimentábamos a los gusanos de seda. También me encantan las moras y ahora en el ayuntamiento de San Pedro del Pinatar han promovido entre los niños la cría del gusano de seda. Al fin y al cabo, son nuestras raíces.

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