Cuando cae la tarde junto al Mar Menor |
Ay, Mar Menor en tu orilla
me transformo distinta,
café con hielo en la terraza
sin saber que el tiempo pasa.
Ay, Mar Menor con la sombrilla
la luz de tu mar,
el color de tu agua
y la arena parda
Invitas a la serenidad
de tiempos de cubos y palas
de silletas de hierro y lona.
Ay, Mar Menor
de aguas claras y cálidas
la luz de tu plata,
el sabor de tu agua
y el olor de la casa.
me transformo distinta,
café con hielo en la terraza
sin saber que el tiempo pasa.
Ay, Mar Menor con la sombrilla
la luz de tu mar,
el color de tu agua
y la arena parda
Invitas a la serenidad
de tiempos de cubos y palas
de silletas de hierro y lona.
Ay, Mar Menor
de aguas claras y cálidas
la luz de tu plata,
el sabor de tu agua
y el olor de la casa.
Cuaderno Azul
A mi Fuensanta y a mí nos gusta el mar menor con locura, desde la punta de la manga, hasta la puntica de lo pagán, ande se junta con el mar mayor. Y los Alcázares nos tienen enamoraos. Asín que pon munchos retratos este mes, que disfrutaremos con ellos.
ResponderEliminarNo conozco el mar menor en persona por eso me encanta ver tus fotos y leer tus letras.
ResponderEliminarBesos desde el aire de la meseta :)
Ja, tus versos son tan frescos como las aguas de ese mar al que tan bien cantan. Me descubri sonriendo mientras leia! Hermosos tus versos!
ResponderEliminarBesos y se feliz!
Sí, qué especial que es el Mar Menor, difícil encontrar algo igual en cualquier otra parte. Su olor, su sabor, no tienen comparación, aunque para mí últimamente esté prohibido, algo en él me produce alergia y cada vez que entro tengo que ir a urgencias a pincharme Urbason, jó, con lo que lo disfruto o disfrutaba... Bueno creo que esas cosas igual que vienen se van, cualquier día me baño y lo vuelvo a disfrutar. De momento me alegra que tú lo describas con tanto amor. Y nos hagas partícipes de esas sensaciones únicas que solo tú puedes decribir.
ResponderEliminarUn abrazo Cabopá.
Eres una privilegiada Cabopá, estuvimos en tu tierra y además de encantarnos
ResponderEliminardisfrutamos mucho, pásatelo bien que el tiempo corre rápido, aprovecha cada
minuto de todas estas cosas hermosas que nos pones en tu poema, y se feliz.
Un gran abrazo.
¡Qué bueno reencontrarse con los placeres!
ResponderEliminarHe olido tus jazmines y tu mar.
Besos y felices vacaciones.
Cabopá, ¿Cuándo regresas de tus vacaciones? Esto no se hace con los que todavía estamos en Madrid trabajando :)
ResponderEliminarHuele a mar, a verano, a tranquilidad, a... envidia.
Un beso grande.
Ay, Cabopá, qué color más feo le veo a esta envidia que justo ahora hincha las venillas...
ResponderEliminarEs broma. Tiene un color precioso. Qué disfrutes, hermosa.
Un besazo. No, un besico, que es más propio.
preciosa evocación, preciosa realidad.
ResponderEliminarQue dure Cabopá, que germine en tu corazón y guardes los momentos que inspiraron estas palabras para siempre.
Placentero poema en esta época del año, apetece acercarse a meter los pies en el agua del mar y pasear. Un saludo
ResponderEliminarQué imágenes más bonitas Cabopá has pintado con tus letras!!
ResponderEliminarUn abrazo
Un poema muy bonito, con mucha musicalidad.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecioso poema el que te ha inspirado tu Mar Menor. Hasta aquí llega el cálida brisa mediterránea con olor a sal.
ResponderEliminarDisfruta mucho de ese mar que tanta belleza y energía aporta.
Muchos besos, Cabopá !!!
PD. Ya he visto la gardenia en tu ventana. Gracias !!!
Preciosa oda al Mar Menor y a todo lo que conlleva el descanso merecido.
ResponderEliminarQue las olas de ese mar te transporten a paraísos inexplorados que puedas plasmar en tus textos, Cabopá.
Un beso y disfruta.
Cómo me alegra saber que ya estás disfrutando en el mar. Se nota en tu poema, en su cadencia gozosa, en su alegría.
ResponderEliminarAyer estuve muy cerca, si bien en el mar mayor, con unos amigos en La Manga. Qué fresquito más bueno hacía...
Un abrazo salado, Cabopá.
No he estado nunca en el Mar Menor, Cabopá; pero hoy me has ayudado a conocerlo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Querida amiga, que añoranza, en aquellos años que viví tan cerca de nuestro Mar Menor, esos atardeceres de verano con brisa de levante, esos paseos por la Manga entre espuma y mar, brisa y mar, canción y mar. Gracias por tan estupendo poema, mil besos.
ResponderEliminarQue gusto estar cerca del mar en esta época, Cabopá... Un café refrescante, una horchata, un helado... todo sabe bien sentado en una terraza frente al azul Mediterráneo. Te envidio y te felicito. Un beso.
ResponderEliminarSé lo bonito que es, que tiene otro olor distinto y me trae grandes recuerdos gracias a tus fotos y tus palabras.
ResponderEliminarBesitos