Por la mañana, a veces voy en bicicleta, el resto del día algún día lo contaré, por la tarde paseo con mi madre y nos sentamos en un banco junto al mar y vemos a la gente pasar...
Eso significa que estás descansando ...que sabes observar los andares del resto mientras tu detienes y ganas un poco de tiempo a la vida. Sin duda sentarte en ese banco es aprovechar magníficamente el tiempo y sobre todo, por la buena compañía. ;)
¡Bonitas fotos!, y me quedo con la de paseando en el mar ....ay ¡quién pudiera!.
Pues acabo de liberarme de los taconazos que he llevado a una recepción a la que estaba invitada y ha sido un placer ver tanto pie con aspecto descansado. Hasta he sonreído con ellos. Aprovecha de todos esos momentos Cabopá, la vida nos enseña que son preciosos.
jaja, encantadora entrada... Los pies nos mantienen sobre la tierra, nos ayudan a transitarla, nos hacen ir a buscar el pan de cada día, y nos permiten pasear también sobre la arena o sobre el asfalto. Merecen un homenaje. Las pies y las manos, lo que más.
Me encanta tu entrada dedicada a esos pobres que nos soportan todo el día y tienen que aguantar los plantones, las carreras, los tacones... Pobres, siempre ahí abajo casi olvidados, excepto cuando duelen después de todo un día de trasiego, entonces los recordamos y pensamos ¿quién me mandaría a mí comprar estos zapatos? jaja, cuántas veces he pensado eso... Qué bonita imagen nos has dejado de ese ratito en el banco junto a tu madre, mirando la gente y la vida pasar, formando parte de ella desde la observación, con lo que enriquece...
Un abrazo, y como dice Patricia, es difícil imaginar algo mejor.
Fantástica entrada, me ha encantado, muy buena idea la de dar un poco de protagonismo a nuestros pies, que nos aguantan, que los cansamos, los apretamos, cuantas veces estarán deseando sentirse libres sin zapatos, ni chanclas, ni sandalias...a su aire, descalzos.
Has aprovechado bien tu descanso en el banco. Es una auténtica pasarela, pies y calzado para todos los gustos y necesidades. Muy bien, Cabopá !!! Besos, amiga !!!
Oigo los pasos de la gente dependiendo del calzado que lleven, Carmencica. Clas, clas, clas. O ras, ras, ras. O zap, zap, zap. Clic, clic, clic, hace el perrillo. Y..., ..., ..., la niña. Besitos frescos playeros
Por la mañana, a veces voy en bicicleta, el resto del día algún día lo contaré, por la tarde paseo con mi madre y nos sentamos en un banco junto al mar y vemos a la gente pasar...
ResponderEliminarEso significa que estás descansando ...que sabes observar los andares del resto mientras tu detienes y ganas un poco de tiempo a la vida. Sin duda sentarte en ese banco es aprovechar magníficamente el tiempo y sobre todo, por la buena compañía. ;)
ResponderEliminar¡Bonitas fotos!, y me quedo con la de paseando en el mar ....ay ¡quién pudiera!.
Besos, muchos. (Hoy llevé zapatillas, blancas, bajitas).
Pues acabo de liberarme de los taconazos que he llevado a una recepción a la que estaba invitada y ha sido un placer ver tanto pie con aspecto descansado. Hasta he sonreído con ellos.
ResponderEliminarAprovecha de todos esos momentos Cabopá, la vida nos enseña que son preciosos.
Un abrazo
Sentarse junto a la mamá a mirar cómo pasa la vida: casi no puedo imaginar algo mejor.
ResponderEliminarUn beso enorme, Cabopá
jaja, encantadora entrada... Los pies nos mantienen sobre la tierra, nos ayudan a transitarla, nos hacen ir a buscar el pan de cada día, y nos permiten pasear también sobre la arena o sobre el asfalto. Merecen un homenaje. Las pies y las manos, lo que más.
ResponderEliminarMe encanta tu entrada dedicada a esos pobres que nos soportan todo el día y tienen que aguantar los plantones, las carreras, los tacones... Pobres, siempre ahí abajo casi olvidados, excepto cuando duelen después de todo un día de trasiego, entonces los recordamos y pensamos ¿quién me mandaría a mí comprar estos zapatos? jaja, cuántas veces he pensado eso...
ResponderEliminarQué bonita imagen nos has dejado de ese ratito en el banco junto a tu madre, mirando la gente y la vida pasar, formando parte de ella desde la observación, con lo que enriquece...
Un abrazo, y como dice Patricia, es difícil imaginar algo mejor.
Fantástica entrada, me ha encantado, muy buena idea la de dar un poco de
ResponderEliminarprotagonismo a nuestros pies, que nos aguantan, que los cansamos, los
apretamos, cuantas veces estarán deseando sentirse libres sin zapatos,
ni chanclas, ni sandalias...a su aire, descalzos.
Feliz dia.
Has aprovechado bien tu descanso en el banco. Es una auténtica pasarela, pies y calzado para todos los gustos y necesidades.
ResponderEliminarMuy bien, Cabopá !!!
Besos, amiga !!!
Cabopá, ¿para que os quiero pies? Para llevarte a recorrer el mundo.
ResponderEliminarMuchas veces tengo la sensación que no cuidamos como se merecen a esos pies, y los embutamos en cada elemento que ellos deben rabiar.
Buena pasarela de pies.
Bessets.
esta sí que no me la esperaba
ResponderEliminarcuriosamente refrescante, por otro lado
Muy bueno, no se me había ocurrido para que pudieran servir. Broma aparte me imagino lo bien que te lo has pasado haciendo fotos a escondidas
ResponderEliminarOigo los pasos de la gente dependiendo del calzado que lleven, Carmencica. Clas, clas, clas. O ras, ras, ras. O zap, zap, zap. Clic, clic, clic, hace el perrillo. Y..., ..., ..., la niña.
ResponderEliminarBesitos frescos playeros
Me gusta mucho tu entrada porque me gusta hacer fotos de los pies, tengo algunos en mi blog también.
ResponderEliminarBesos.
Todo pie debe dejar huella. Que sea duradera o no ya no depende de ellos. Hermosa senda la que muestras.
ResponderEliminarBesotes con rastro