Este horizonte es un horizonte fijo. El mar abierto
en tranquilas aguas, viene sereno a la orilla, encontrándose con una arena de
letras en las que cada grano se convierte en una pétrea palabra, que quedará
para siempre en el recuerdo; en el recuerdo de aquellos que lleguen un día
hasta aquí y las puedan hacer suyas. No hay por tanto olores que lo definan, sí
muchos sabores y colores en los que se ponen tantas ilusiones, tantas ganas como
ideas guarda la memoria y que cualquier
día a cualquier hora se harán realidad
No hay comentario. La perfección y la belleza hablan por sí solas.
ResponderEliminarEse mar como un sábana azul...¡oh!
ResponderEliminarBesitos
Me gusta eso de que cada grano de arena puede ser una palabra en esta playa soleada y con horizonte de la escirura creativa.
ResponderEliminarUn saludo.
"Escritura creativa", quería decir.
Eliminar"... que quedará para siempre en el recuerdo" Gracias a la memoria, al recuerdo nuestro (y sobre todo de los otros), podríamos decir que vivimos, que somos.
ResponderEliminarSolo el discurrir de las corrientes altera la paz que inunda esas aguas que se confunden con el cielo. Muy bonitas la imagen y las palabras que la acompañan.
ResponderEliminarUn abrazo.
En tu entelequia me descubro, conversando alma con alma. Tu manera de escribir es imprescindible. Gracias por cada suspiro cristalino que dibujas bajo la piel del mar. Besos.
ResponderEliminarUna vista relajante e infinita, que serena el espíritu. Parece no sloplar apenas una mínima brisa, esa que provoca ciertas ondulaciones en el espejo del agua.
ResponderEliminarBesos
:)...Me encanta ver tu mar Cabopá...Gracias.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Qué vista tan sosegadora...
ResponderEliminarUn besico
Carmen, sin remedio voy a tener que ir a conocer a Cabopá.
ResponderEliminar¡Hace unas fotografías!
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Es un privilegio perderse en ese mar, gracias por traernoslo a quienes nos queda tan lejos.
ResponderEliminar¡Cuánta paz! Hermoso
ResponderEliminarUn beso