el
espejo le dijo que sonriera…
Lo
intentó todo el día
Hoy
tuvo ganas de hablar,
sólo quedaron escritas las palabras por escuchar…
Y
pasó ayer y no lloró
rió,
sonrió a la vez que pensaba,
al menos un día fue respetado
por el deseo…
A
veces los espejos,
no
se equivocan.
Y
dándose la vuelta oyó una carcajada…
A
veces los espejos,
también
ríen.
Cuaderno azul
Dejemos las lágrimas para mañana...Riamos hoy.
ResponderEliminarBesos desde el aire
De entre todos esos otros yo se pueden encontrar fortalezas así. Muy alentador poema.
ResponderEliminarHe borrado el anterior comentario, porque después de leerlo,no me gustó, así que lo escribo de nuevo.
ResponderEliminarSi yo me hubiera visto ayer en tu espejo, seguro que la imagen que se hubiera reflejado es la de una mujer llorosa, y es que tenía(tengo) un día tonto.
besos
Mejor así, sin llantos, guardemos las lágrimas para cuando sean absoluta e irremediablemente necesarias. Besos.
EliminarMenos mal que a veces los espejos se ríen... es una forma de desdramatizar.
ResponderEliminarEs mejor que los espejos puedan hacer todo lo que nosotros hacemos para no perder la capacidad de sorprendernos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cabopá, que relato más mágico presentas hoy. Aunque los espejos hablan muchas veces, no con palabras o carcajadas, pero si con su lenguaje visual, y con ello nos aconsejan.
ResponderEliminarBessets.
Estupendo, le has dado vida al espejo por reflejar tan bien la nuestra.
ResponderEliminarBesos.
Cuidado con los espejos.
ResponderEliminarA veces cuando por necesidad me miro en alguno de ellos siento que me están observando, estudiando, analizando...
Un saludo.
Qué miedo. No sé qué haría si de mi espejo del baño saliese una carcajada... ¿Un fantasma empotrado o el espíritu del Espejito Mágico? Vuando eso pase, pensaré que la carcajada que oía no provenía del pobre espjito comprado en el Carrefour, sino de mi propia cabeza destructora a veces.
ResponderEliminarBesitos
A veces los espejos también ríen..., eso es lo que cuentan porque el espejo no puede reir si no lo hace quién se refleja.
ResponderEliminarBesitos
Los espejos son más sabios de lo que creemos.
ResponderEliminarBesos, Cabopá
Me gusta el concepto de manejar el espejo como un ser vivo, o como la puerta de acceso a otro mundo, Cabopá.
ResponderEliminarLos espejos, tan borgianos ellos cuando los sumergimos en la literatura, son un recurso fantástico para hablar de sentimientos y tú, con esta pieza, lo demuestras.
Un abrazo,
Cuando saco a Candela de la bañera y la estoy secando juego con ella a que nos miran desde el espejo, ella dice que somos nosotros mismos, pero se rie a carcajada limpia...siempre me lo pide.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hay días (bueno, casi todos) en que más vales no mirarse al espejo.
ResponderEliminarOjalá el mío me sonriera a mis espaldas.
Besos, Cabopá.
Carmencica siempre aciertas.
ResponderEliminarDe espejos, guardo un poema de Polo de Medina -nuestro paisano- que con su estilo quevedesco escribió "A una vieja y fea, que quebró el espejo porque le hacía mala cara". Uno de sus versos dice así: "¿En qué el espejo te agravia / siendo el tiempo quien te ofende?".
Besicos.