La vi venir sin su sonrisa amplia, caminaba por la arena, descalza. Sola en el azul del mar y de la mañana.Su silueta destaca entre el mar y la arena parda. Sola con su luz y su calma.
Como una sirena varada parecía buscar los pensamientos escritos en el agua. No los debió encontrar, porque caminaba lenta, junto al brillo de su melena blanca. No levantó en momento alguno la cara. Sólo camina y camina junto al mar en la playa larga.
El mar bañaba sus pies durante la caminata. Esta mujer que anda, centellea como una ninfa que hubiese emergido de los fondos marinos cercanos y profundos. Al caminar no deja huellas, como si la brisa la llevara en volandas.
Cuando de pronto acelera el paso y se la ve alejarse deprisa. Avanza hacia una cala. Quizá Ulises la está llamando para integrarse en el coro y entonar el canto, que le alegre el alma de su mirada.
Se queda quieta, como una estatua de sal; mira al horizonte y a la montaña. Ha cruzado la linea del pensamiento, el mar susurra una canción melódica con las olas y su rumor. Su cuerpo cambia de forma, el busto es de mujer y el cuerpo parece el de un pez. La brisa se mueve rápida. Ya no se ve a la mujer de la melena blanca.
La playa se ha quedado vacía.Las huellas se arrebatan por las dunas. Ahora, sólo se oyen los estridentes sonidos de una ambulancia.
¿Ves a qué me refiero cuando resalto la diferencia entre escribir bien y hacerlo correctamente? Tú sí que vales, Carmencica.
ResponderEliminarBesicos.
P.S. ¡Ulises!
PRECIOSO Cabopá así en mayúsculas!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Que triste ha de ser pasar sin dejar huellas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosa la entrada AY MARICARMEN.,,,me ha encantado las fotos y lo escrito....me suena el lugar..esa arena..ese mar....un besote desde Murcia..seguimos..
ResponderEliminarSecuencias de vida nos propones hoy, sólo rotas por el sonido estridente de esa ambulancia...
ResponderEliminarMuy bonito Cabopá, sí señora.
Un abrazo
Cabopá, es una bonita composición de todo un paseo. Me ha asombrado esa larga cabellera gris, no es habitual que mis ojos la divisen.
ResponderEliminarBessets.
Precioso como siempre Cabopá, entre las imágenes y las palabras vas componiendo la historia, y nos metes en ella, me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Las fotos, preciosas, y tu letras tomándolas de inspiración muy bonitas (me ha recordado algunos romances antiguos),
ResponderEliminarBesos azules, Cabopá.
Rezuma belleza e interrogantes. No se si concibes antes las letras y fotografías para ellas o si es a la inversa. Pero creas una admosfera de expectativa, y logras captar la atención.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Historia maravillosa, que despierta la imaginación. La última foto es espectacular, con esas huellas, tiene una luz ya casi de primavera. Un besazo Cabopá.
ResponderEliminarLo he disfrutado profundamente. Tus huellas son las velas de mi playa. Un fuerte abrazo Poeta!
ResponderEliminarPreciosas fotos para una historia sugerente...
ResponderEliminarNo me extraña que al final de la historia solo se oiga una ambulancia: la cosa va de sirenas.
Un saludo.
Insisto en lo buenos que son estos ejercicios combinativos de imagen y texto, Cabopá. Acompañan la imaginación del lector, en cierte forma le guían, le encaminan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Belleza, imaginación e instinto poético...¿Hay quien dé más?
ResponderEliminarMe dejé llevar tanto por el clima del texto, que al final me sobresaltaron las sirenas de la ambulancia.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
HD
Fantástico relato, empiezas relajada, te recreas con las fotos y las
ResponderEliminarpalabras, sigues... te intriga...y el impacto final. Muy bueno.
Buenos recuerdos me ha traido con ese paseo solitario...esos son los buenos los que te relajan el cuerpo y el alma...La conoces??
ResponderEliminarBelleza de fotos y de texto.
Buen fin de semana.
Un beso
¡Ay las playas solitarias...! ...parece que están solas pero en ellas habitan historias... historias muy reales como esta que tu cámara y tus palabras nos descubren.
ResponderEliminarUn abrazo.
Playas donde perderse...quizás para siempre.
ResponderEliminarTus fotos invitan a caminar por la arena, Cabopá.
Besos
Hola, si esta zona es la que yo conozco de Murcia, es propensa a dejar en la arena sirenas que ya llegando el calorcito vuelve locos a los hombres, y despistadas a las mujeres para no ver tanta belleza. Una entrada estupenda… lo da la tierra. Un beso.
ResponderEliminarMola, es como un documental. No sabes cómo me gustaría poder pasear al menos un día por semana por esas playas de sirenas. Me choca los sonidos de las ambulancias, claro que también es una sirena, pero quizás devuelva a una realidad de ambulatorio en vez de Odisea.
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